Siguen apareciendo supuestas formas de prevención de la COVID-19 de las que no hay evidencias de su funcionamiento: ni el vino, ni la vitamina D –os contamos más sobre los estudios publicados al respecto–, ni el café. También supuestos tratamientos: no hay evidencias de que el vapor de eucalipto acabe con el coronavirus, ni de que consumir alimentos alcalinos ayude a combatir el coronavirus, ni de que el MMS o clorito de sodio cure el coronavirus. De hecho, tampoco es cierto que haya hospitales en España inyectando MMS o clorito de sodio a los pacientes, porque como decimos no es eficaz contra el coronavirus.

Debido a la crisis sanitaria causada por el brote de coronavirus se han instalado varios hospitales de campaña en diferentes zonas del país. Nos habéis preguntado por uno en concreto, el que el Ejército estaba montando en la ciudad de Sabadell (Barcelona) y que, según su alcaldesa, se ha paralizado por una decisión tomada desde la Generalitat de Cataluña. El Govern, en cambio, niega esa paralización y afirma que la decisión de retirar las tiendas de campaña responde a cuestiones técnicas pero que el montaje sigue adelante con otro modelo.

Las peticiones de material sanitario se suceden en redes sociales, pero muchas no son reales, como la de la residencia de mayores “Mi Casa” de las Hermanitas de los Pobres ubicada en la calle doctor Esquerdo de Madrid. Supuestamente allí están “trabajando casi sin protección” ante el brote de coronavirus, pero es un bulo. Desde el centro nos afirman que no necesitan más material del que tienen a fecha de 1 de abril y que la petición no ha sido iniciativa del centro. Tampoco el Hospital de La Paz de Madrid no está pidiendo mantas para los pacientes durante la crisis por el coronavirus (a fecha de 31 de marzo).

Han seguido llegando fotos en las que se ve una gran cantidad de ataúdes que se relacionan con el coronavirus y con España, pero es un bulo: las fotos corresponden a un naufragio en frente de la isla de Lampedusa (Italia) en octubre de 2013. Tampoco es cierto que se estén ocultando imágenes de féretros como dice Vox: fueron emitidas por TVE y grabadas por la agencia EFE.

Las declaraciones falsas atribuidas a políticos siguen proliferando: Felipe González no ha tuiteado pidiendo un gabinete de crisis por el coronavirus diciendo que la coalición ha caducado ya y Vox no ha propuesto dejar de atender a los homosexuales afectados por el COVID-19. También circulan fotos manipuladas o sacadas de contexto, como la de Pablo Iglesias rezando en una iglesia, que es un montaje, o en la que el vicepresidente visita a su padre en el Hospital Clínico de Salamanca, que no es actual. Por cierto, el rey no puede disolver las Cortes y nombrar a un Gobierno de urgencia durante el estado de alarma, y no puede disolverse el Congreso de los Diputados en estado de alarma o de excepción.

Están circulando diferentes contenidos en medios de comunicación y redes sociales que dicen que en Italia los niños pueden salir a pasear durante el confinamiento si van acompañados de uno de sus padres, pero el primer ministro ha aclarado que no es así y que sólo pueden acompañar a sus padres a la compra.

Otras conspiraciones sin base científica que siguen circulando relacionan al 5G con el brote de COVID-19, hablan de la mano de científicos tras su origen, afirman sin pruebas que el coronavirus “fue liberado por el Partido Comunista Chino” y que es una mezcla de VIH y tuberculosis o que ha salido de un laboratorio de Fort Detrick (Estados Unidos), o hacen cábalas buscando patrones con anteriores pandemias. Ninguna aporta pruebas o directamente son bulos que hemos desmontado.

Aunque no salgas de casa debes seguir tomando medidas de protección como el lavado de manos con agua y jabón para evitar el contagio por coronavirus: antes de comer, antes y después de ir al baño y, por supuesto, después de sonarse, toser o estornudar. Nos habéis preguntado por vídeos en los que se enseña cómo hacer toallitas desinfectantes caseras, que suelen utilizar lejía: valen para superficies y objetos, pero pueden dañar tu piel. Te contamos cómo desinfectar superficies correctamente con lejía y recopilamos consejos para limpiar tu casa para la prevención de contagios. Y recuerda que si crees que estás contagiado de COVID-19 es mejor que te quedes en tu habitación.

Nos habéis preguntado si es cierto que, en pacientes infectados por coronavirus, presentar niveles altos de ferritina indican un peor pronóstico de la enfermedad. Los niveles altos de ferritina efectivamente están asociados a una respuesta inflamatoria aguda, que aparece en muchos pacientes graves, pero habría que establecer un punto de corte para determinar qué niveles son muy altos y se asocian con una mala progresión, y que niveles son altos, pero no se asocian a esta. También nos estáis preguntando si poner boca abajo a una persona grave con coronavirus puede ayudar a que sobreviva. Se está haciendo en hospitales y hay estudios que apoyan su eficacia, pero falta más evidencia científica.

Otras dudas que nos habéis trasladado tienen que ver con formas de contagiarse: según la OMS, no hay pruebas de que el coronavirus se contagie por el aire, y no hay evidencias de transmisión de COVID-19 por comer frutas y verduras, pero debes manipularlas con higiene.

¿Por qué muchos pacientes se curan y especialmente los ancianos no? Si el paciente sufre problemas cardiovasculares o diabetes, la entrada del virus a la célula resulta bastante más fácil. Además, con la edad, el sistema inmunitario tiene menor capacidad de respuesta ante nuevas infecciones: sus defensas están alerta todo el tiempo, pero responden con poca fuerza.

En el Consultorio de Maldita Ciencia respondemos a si merece la pena comprar luces ultravioleta para desinfectar hogares, si fumar nos hace más vulnerables ante el coronavirus, qué sabemos sobre la lactancia en relación al coronavirus y si es cierto que la lejía puede evaporarse y dejar de desinfectar al mezclarla con agua caliente.

El Gobierno español, a lo largo de la crisis del coronavirus, está ofreciendo menos datos que los que publican gobiernos de otros países, como Singapur o Italia, e incluso de los de ciertas comunidades autónomas, como la Junta de Castilla y León o el Gobierno Vasco. El Gobierno no publica los datos que las comunidades deben entregarle cada día, como la ocupación de los hospitales o el número de tests de coronavirus realizados, ni se ha publicado una metodología común para que todas las comunidades recojan la información de la misma forma. Los expertos coinciden en que la falta de transparencia en una crisis sanitaria resiente el compromiso y la confianza de la ciudadanía.

Por otro lado, España es el país de la Unión Europea que tenía un mayor número de casos de coronavirus cuando cerró sus colegios y universidades en todo su territorio nacional. Nuestro país tenía 21,43 casos confirmados por cada 100.000 habitantes el lunes 16 de marzo, mientras que la media de los países de la UE en el día en que cerraron colegios y universidades se sitúa en 7,55 casos cada 100.000 habitantes: casi tres veces menos que la tasa española.

Sobre los créditos ICO a empresas y autónomos aprobados por el Consejo de Ministros, desde el Ministerio de Asuntos Económicos aseguran que “en las condiciones del acuerdo con las entidades bancarias para el aval del Estado para los créditos ICO está prohibida la exigencia de contratación de cualquier producto”. Por lo tanto, no pueden exigir la contratación de seguros de vida. Circula un vídeo que afirma que por un crédito ICO de 5.000 euros hay que pagar 1.200 euros en La Caixa por un seguro de vida, pero la entidad afirma que puede tratarse de un malentendido.

El Gobierno también ha puesto en marcha medidas digitales para combatir al coronavirus: un asistente conversacional o ‘chatbot’ para conversar y hacer preguntas sobre el coronavirus, un nuevo estudio de movilidad del INE para analizar la propagación y el contagio (pero no van a controlar a la ciudadanía a través de la geolocalización de nuestros móviles), una web con información verificada sobre la COVID-19, la creación de una nueva oficina para administrar los datos y centralizar las iniciativas de tecnología y una aplicación para móviles de autodiagnóstico de COVID-19 para ayudar a gestionar la crisis, pero que no “geolocaliza” la cuarentena de la gente, no es lo mismo que el estudio de movilidad y no pide a las operadoras los datos de localización.

Seguro que estos días aplicaciones de videollamada te están haciendo no solo el teletrabajo (si lo tienes) más fácil, sino el confinamiento más conectado con tus seres queridos. Dos aplicaciones sobresalen en vuestras dudas estos días: Zoom para teletrabajo, de la que te contamos qué sabemos de sus brechas de seguridad y problemas con la privacidad, y Houseparty para videollamadas y juegos en grupo, de la que se ha dicho, sin evidencias, que habría sufrido un hackeo y comprometido cuentas de servicios como Netflix, Spotify y PayPal.

Esta semana maldit@s como Antonio Figueras, doctor en biología, profesor de investigación del CSIC; Mario Delgado Mora, del grupo del Neuroinmunología de Enfermedades Inflamatorias y Autoinmunes del CSIC; Joaquín Ruiz, biólogo especialista en genética, microbiología y virología; María de la O Olmedo, que nos ha ayudado con el alemán; o Nieves García, que nos ha ayudado a realizar consultas sobre el protocolo que se lleva a cabo cuando una persona con coronavirus fallece, nos han ayudado con sus superpoderes a resolver dudas y poner en contexto contenidos sobre el coronavirus.

Más que nunca, te necesitamos para parar la desinformación que circula estos días, ¡juntos es más difícil que nos la cuelen!

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